En un valle recóndito del País Vasco se abre un paraje de ensueño donde el tiempo parece no pasar. Es aquí, entre verdes praderas y frondosos bosques, donde empieza nuestra aventura.
El mayor encanto del Hotel Antsotegi es su trato familiar. Y es que en Antsotegi todo queda en familia. El hotel lo gestionan tres hermanos, cada uno de ellos con un rol diferente. Pello es el cocinero, Gontzal lleva la gestión diaria del hotel, y el pequeño, Julen, se encarga de las actividades de turismo activo. Aun así, todos comparten un mismo objetivo: que el huésped se sienta a gusto y como en casa. Y la verdad es que lo hacen muy bien, ya que en el Hotel Antsotegi te sentirás uno más de la familia.
DE FERRERÍA A HOTEL
Hace más de 600 años el mismo edificio del hotel lo ocupaba una ferrería, un taller donde el mineral se convertía en hierro. Cuando la familia Hernando proyectó la idea del hotel, había una cosa que tenían clara: conservar el edificio original. Y así fue, los muros de piedra que ves en el hotel son los originales.
La piedra y la madera, propios de la antigua ferrería, dan un carácter rústico al hotel, carácter que la ama de estos tres chicos ha mantenido con éxito en la decoración, porque como hemos dicho antes, aquí todo queda en familia. Es fácil encontrar en la casa armarios que nos recuerdan a los antiguos gallineros, muebles antiguos restaurados con gusto y mimo o cabeceros convertidos en auténticas obras de arte.
UNA FÁBRICA HECHA SALÓN
Hay una cosa en Antsotegi que no te va a pasar desapercibida: la estancia principal, lo que fue la fábrica de la ferrería. En cuanto entres al hotel vas a saber a qué estancia me refiero. Un acogedor salón con un techo de más de 13metros de altura alrededor del cual se distribuyen las habitaciones. A nadie le pasa desapercibido el pilar que hay justo en medio del salón, es el muro que mantuvo la ferrería en pie, y el que hoy sostiene al hotel.
Como anécdota os contaré que, en el salón los hermanos muestran orgullosos el traje con el que su aita alcanzó el Everest, y no es para menos, ya que participó en la primera expedición vasca que alcanzó esta famosa cima.
AVENTURA EN FAMILIA
Si estás pensando en unas vacaciones familiares, sin duda este es tu hotel. A partir de Semana Santa más o menos, todo depende del tiempo, el hotel monta una especie de “circuito de aventura” que hace las delicias de los más peques. Escalada por las paredes del hotel, tirolina, camas elásticas… una auténtica aventura sin salir del alojamiento. Además, lo mejor es que mientras los niños disfrutan, los mayores se pueden relajar degustando un sabroso txakoli de la zona en la terraza.
Para los adultos que también les gusta la aventura Sustraiak Natura, la empresa de turismo activo que lleva Julen (el hermano pequeño), organiza salidas de espeleología, barrancos e incluso puenting. ¿Qué, te atreves?
UNA COCINA CERCANA Y DE PRODUCTO
Y después de tanta actividad es normal que se nos habrá el apetito… pero no te preocupes porque seguro que Pello tiene alguna sorpresa preparada. Los platos que prepara están para chuparse los dedos y además, calidad-precio están muy bien.
Si me dejas aconsejarte, no te puedes ir de Antsotegi sin probar sus pizzas caseras echas en horno de leña. Da igual qué pizza escojas, todas están deliciosas, y es que nuestro chef se trajo el secreto de la misma Italia. Buon appetito!
LEA ARTIBAI
El Hotel Antsotegi se encuentra entre Etxebarria y Markina, a los pies del monte Kalamua, en el corazón de la zona conocida como Lea Artibai. Un paraíso natural todavía inexplorado, pero que esconde muchos tesoros.
Si lo que buscas es disfrutar de la playa, tienes que visitar las playas de Mendexa y Leketio. Desde esta última podrás llegar hasta la isla de San Nicolás en bajamar. Pero ten cuidado, porque como te coja la plenamar en la isla, no podrás salir.
Un plan que me encantó fue hacer la ruta del Urko, nombre del río que pasa junto a Antsotegi. Además, el sendero lo podrás coger desde la misma puerta del hotel.